Los
capítulos contienen un texto escrito en negro y se acompañan de
imágenes con un amplio comentario explicativo (recogido
en rojo y cuya finalidad es razonar ideas).
Si desea leer el artículo entre líneas, bastará con seguir
la negrilla y las
letras rojas destacadas.
ÍNDICE GENERAL: Pulsando el siguiente enlace, se llega a un índice general de leyendas: http://leyendas-de-la-mota-del-marques.blogspot.com/2023/01/indice-de-leyendas-de-la-mota-del.html
JUNTO
Y BAJO ESTAS LINEAS:
Al
lado, portada
del libro POR SUS TUMBAS LOS CONOCERÉIS
(personajes de Valladolid y provincia que cambiaron la Historia);
recientemente
publicado por J.M. García-Castejón y Jorge Vijuesca. En su capítulo
primero narran una leyenda de Mota del Marqués, que pertenece a este
blog; todo lo que agradecemos mucho. Aunque tristemente no citan la
fuente y prácticamente han calcado todos nuestros párrafos. Se
trata de la leyenda de Wolfram, el caballero de Suabia; que se
publicó como capítulo primero. VER:
.
Abajo: Lápida de los caballeros teutones fechada hacia mediados del siglo XIII, que se conserva en el interior de la actual iglesia de Nuestra Señora de Castellanos, en Mota del Marqués (agradecemos a los párrocos -D.Enrique y D.Manuel- nos permitan divulgar nuestra imagen). Se supone -según nuestro blog de leyendas- que se trata de la antigua losa sepulcral del caballero alemán Wolfram, que pudo ser amante de Beatriz de Suabia (mujer de Fernando III el santo y madre de Alfonso X el sabio). Da. Beatriz era hija del rey de Suabia y fue escoltada por soldados teutones al viajar desde Alemania hasta nuestras tierras, para contraer matrimonio con el rey Fernando en 1220. Dos años más tarde, su marido le concede el señorío de Toro; que comprendía la colina que hoy se denomina Mota del Marqués (pero que antaño se llamó Mota de Toro). Allí deja la reina asentarse a los caballeros teutones que la habían acompañado desde sus tierras natales, originando una encomienda de la Orden. Así nació el único castillo y fundación que esos guerreros alemanes tuvieron en España; quienes conservaron la plaza y su fortaleza al menos hasta el siglo XVI (siendo el último comendador de la orden teutona en Mota del Marqués, Constantino del Castillo).
Abajo: Lápida de los caballeros teutones fechada hacia mediados del siglo XIII, que se conserva en el interior de la actual iglesia de Nuestra Señora de Castellanos, en Mota del Marqués (agradecemos a los párrocos -D.Enrique y D.Manuel- nos permitan divulgar nuestra imagen). Se supone -según nuestro blog de leyendas- que se trata de la antigua losa sepulcral del caballero alemán Wolfram, que pudo ser amante de Beatriz de Suabia (mujer de Fernando III el santo y madre de Alfonso X el sabio). Da. Beatriz era hija del rey de Suabia y fue escoltada por soldados teutones al viajar desde Alemania hasta nuestras tierras, para contraer matrimonio con el rey Fernando en 1220. Dos años más tarde, su marido le concede el señorío de Toro; que comprendía la colina que hoy se denomina Mota del Marqués (pero que antaño se llamó Mota de Toro). Allí deja la reina asentarse a los caballeros teutones que la habían acompañado desde sus tierras natales, originando una encomienda de la Orden. Así nació el único castillo y fundación que esos guerreros alemanes tuvieron en España; quienes conservaron la plaza y su fortaleza al menos hasta el siglo XVI (siendo el último comendador de la orden teutona en Mota del Marqués, Constantino del Castillo).
1) Arquitectura
legendaria:
.
.
Define
el diccionario de Julio Casares la voz “leyenda” como: “Una
relación de sucesos o narración, en que interviene la imaginación
o la tradición, más que la realidad histórica”. Por su
parte, la Real Academia Española, aporta otras dos descripciones
para el mismo término; diciéndonos que leyenda es: Una “narración
de sucesos fantásticos que se transmite por tradición”.
Tanto como
el “relato
basado en un hecho o un personaje reales, deformado o magnificado por
la fantasía o la admiración”. Tras leer las anteriores
definiciones, nos es muy fácil comprender por qué Mota del
Marqués es el pueblo de las leyendas. Ya que su situación
geográfica -como enclave- desde los tiempos más remotos, su
derruido estado y su esplendorosa historia; le confieren un aspecto,
un pasado y una pátina absolutamente legendarias. Para comprobarlo,
no hay más que viajar por la vía que une Madrid y las Castillas,
con el Cantábrico (A-6); donde llamará nuestra atención aquella
“mota” que surge en el kilómetro doscientos. Una gran colina, en
cuya cumbre veremos lo que queda de su castillo y de la ermita que lo
acompañaba. Destacando sobre ese “alto” una torre del
homenaje circular, con casi ochocientos años de antigüedad; que se
sostiene a duras penas, bajo el milagro de sus contrafuertes... . Así
es como se aparece Mota del Marqués; naciendo ante todo viajero
convertida en una mágica ruina, sobre un montículo y cuyas paredes
nadie sabe el modo en que se mantienen en pie. Donde tras
distinguir lo que queda de la gran fortaleza que antaño cerró con
murallas el pueblo; veremos una ermita. Una pequeña iglesia dedicada
a El Salvador, situada bajo los restos del castillo y cuya espadaña
parece de cartón; pues también se mantiene erguida gracias a otro
milagro pétreo. En este segundo caso, quizás religioso o esotérico;
ya que se hace imposible pensar como año tras año, aguanta en pié
aquella temblorosa pared que antes era un campanario.
.
Sea
como fuere, las piedras en equilibrio y las construcciones en plena
decadencia, dan a este pueblo una primera imagen cargada de misterio
y hasta de tristeza. Configurando una linea en la que se confunden
ruinas, con terrones y tierras con montañas; pareciendo que estas
colinas llamadas Torozas, desearan engullir los últimos restos
arquitectónicos, que tanto destacan sobre esa mota. Pero una vez
vista y conocida aquella amalgama que une piedra con paisaje; aún
pudiendo sorprender su pobre estado, el viajero queda admirado con
el romanticismo que todo ese grupo arquitectónico expresa. Ya que el
enigma de las ruinas se produce, cuando quien las observa, intenta
completar con su imaginación lo que fue el edificio caído; momento
en que comienza lo que podemos denominar “arquitectura legendaria”.
Un hecho por el que se inicia el “sueño del espacio”, con el
cual el espectador va cubriendo y llenando con su mente, aquellos
vanos que el tiempo ha derruido; pretendiendo completar gran parte de
la construcción, antes de deteriorarse. Así nace la leyenda
arquitectónica, cuya belleza pertenece a nuestra idea y no a la
realidad. Ello es similar a lo que experimentamos cuando
intentamos comprender la perfección de un cuerpo femenino, porque su
dueña luce un vestido abierto en un lado (dejando ver
momentáneamente sus lineas naturales). Provocando en unos segundos
de exhibición, soñar con las formas que las telas tapan y apenas
nos descubren. De ese modo y de igual forma, actúa sobre la imaginación
el edificio medio caído, obligándonos a pensar qué espacios o
paredes hubo, donde hoy ya no existe nada.
JUNTO
Y BAJO ESTAS LINEAS: Al
lado, subida al castillo
de Mota del Marqués. Observemos
el precioso empedrado que todavía se conserva para acceder al alto
de la colina. Sobre ella,
vemos los restos de la torre circular teutona; a media altura, una
ermita del siglo XVII dedicada a El Salvador, que también se
encuentra arruinada.
Abajo:
Estado del castillo y torre de los caballeros teutones, en Mota del
Marqués.
BAJO
ESTAS LINEAS: Vista
de Mota del Marqués, tomada desde la A-6 (kilómetro 200); en
esta población los atardeceres son todos bellos. Se recomienda parar
a quienes pasan ante el pueblo, si lo hacen al amanecer o durante la
Puesta de Sol, pues podrán tomar unas imágenes preciosas. En
primer término, vemos la iglesia de San Martín, construida por Gil
de Hontañon y recientemente restaurada. Al fondo, la colina con la
ermita de El Salvador y el castillo teutón derruido.
2) La
Historia terminada:
.
Podemos
pensar que nada hay peor para una Sociedad, que el desinterés por su
pasado. Aunque en verdad hay algo mucho más dañino y emponzoñado;
como lo es, el desprecio hacia su propia Historia. Unos hechos, que
en el caso de Castilla, se han deformado, falsificado de un modo
impensable. Intentando culpar a los castellanos de la mayoría de los
males que han sufrido los españoles y hasta de las desgracias en
Sudámerica. Pretendiendo que -incluso- la extensión de su
lengua, se debió a una obligación militar impuesta; cuando en
verdad, el resto de las gentes de la Península comenzó a hablar el
castellano, como fórmula de acuerdo. Ya que este era el que más se
parecía a todos los demás; debido a que los castellano-parlantes
vivían muchos de la trashumancia, viajando y dominando la zona
central peninsular. Todo lo que confería a la antigua lengua
castellana; giros, palabras y expresiones cercanas a muchas otras
-que coexistían en la Edad Media-. Siendo ese el motivo por el cual
decidieron unos y otros usar el idioma de Castilla; no por
imposición, sino por lo común que resultaba a todos el habla del
“territorio intermedio”.
.
Pero
cuando tratamos acerca del español, como lengua nacional y frente a
otras, se comentan barbaridades; sandeces que aún son menores de las
que se proclaman cuando hablamos del español, como hombre
internacional y frente a otros. Pues la Leyenda Negra lleva
quinientos años falsificando datos, aportando infundios y
describiendo todo tipo de atrocidades, que jamás existieron en
nuestro pasado. Mentiras como las que narraba fray Bartolomé de
las Casas ya a comienzos del siglo XVI, acerca de los abusos cometidos
en América. Todos ellos exagerados y sin reconocer el fraile, que
los españoles quedaban espantados ante el canibalismo y los miles de
sacrificios humanos que los incas y los aztecas realizaban en sus
santuarios. Hechos que actualmente conocemos a través de la
arqueología; pudiendo constatar la veracidad de todo aquello que
narraban los soldados de nuestras tierras. Ya que tan solo en la
ciudad de México, mataban a unos treinta mil inocentes al año;
ofreciendo su corazón a los dioses y devorando después el cadáver.
Acciones terribles que describían nuestros congéneres de hace
cinco siglos, pero que negaba fray Bartolomé y otros tantos
falsificadores la Historia; generando una Leyenda Negra sobre la
conquista y colonización de América. Aduciendo que a los amerindios
se les obligó injustamente a abandonar sus dioses y su cultura; sin
comprender que hablamos del siglo XVI y de unas civilizaciones que
inmolaban humanos de continuo -para luego ingerir a los
sacrificados-.
.
Sea
como fuere, la historia de la infamia contra nuestro país, parece
que no cesa; y cualquier argumento es bueno para tildar a los
españoles de depredadores o destructores de las culturas
mesoamericanas. Cuando lo que realmente hicieron fue llevar la
civilización europea del Siglo XV, hasta un lugar que tristemente se
hallaba todavía en la Edad de Piedra. Un Continente que no
conocía la Era de los Metales y que consecuentemente se encontraba
en un terrible estado de precariedad moral y social. Cuanto decimos,
explica por qué en tan solo cuarenta años, España logra conquistar
las tierras comprendidas desde el Sur de Chile y Argentina, hasta la
actual California y Florida. Donde los amerindios se adherían a los
nuevos colonizadores, por abandonar los terribles ritos de
inmolaciones humanas y contentos de poder trabajar para un reino como
el de España. Una Sociedad que por entonces era la más moderna y
poderosa de Europa; y que a los indígenas bautizados les reconocía
unos Derechos como súbditos del la Corona (sin parangón con el
mundo Inca o al Azteca, donde cualquier individuo podía ser
esclavizado o sacrificado a los dioses).
.
Por
lo demás, las historias de grandes exterminios y hasta de genocidio
mesoamericano; tienen solo base histórica en las enfermedades que
los europeos exportaron hasta América. Llevando virus como el
del sarampión, la varicela, la viruela o la gripe; que por entonces
causaron millones de muertes en el nuevo Continente, ya que sus
habitantes carecían de anticuerpos. Todo ello, en un tiempo en que
la medicina no solo desconocía un solo remedio, sino siquiera
suponía la existencia de los virus. Por todo ello, culpar a los
españoles de las muertes de amerindios por estas infecciones; es
como echar la culpa a los mesoamericanos de haber contagiado la
sífilis a los europeos... . Finalmente añadiremos, que la
mayoría de cuantos acusan a España -y más concretamente a
Castilla- de todas aquellas supuestas atrocidades cometidas en
América, son los mismos que hoy piden la intervención de fuerzas
internacionales, en cualquier conflicto del Tercer Mundo o del área
islámica. Solicitando que rápidamente lleguen hasta ese lugar
inestable, las milicias de la OTAN o los Cascos Azules, para dar paz
a la zona. Entendiendo que tienen Derecho los hombres de la NATO y
de Naciones Unidas a intervenir en un punto estratégico; para lograr
el orden y acabar con las atrocidades. No comprenden por qué las
gentes del siglo XV se aventuraban a ir hasta América, con el fin de
lograr imponer allí su civilización, acabar con el canibalismo y
con religiones que exigían miles de sacrificios humanos al año.
Pues en verdad, si esos ritos precolombinos no eran demoníacos;
sí podemos decir que se parecían mucho a una adoración al diablo.
Bastando a los españoles comprender que aquellos eran cultos
satánicos, al ver la sangre y la carne del sacrificado (que
continuamente comían en sus templos los amerindios); lo que se
sustituyó por el pan y el vino, como única ofrenda religiosa.
SOBRE
Y BAJO ESTAS LINEAS: Dos
dibujos míos, con chistes que subo a facebook. Arriba,
uno en el que vemos la
pirámides de Teotihuacán y se comenta lo malos que fuimos los
españoles en México. El interlocutor añade que no solo eso; sino
que además allí se quedaron la mayoría de nuestros compatriotas,
que durante siglos se trasladaron a vivir al “nuevo Continente”.
Por lo que actualmente hay unos doscientos cincuenta millones de
españoles en América; todos descendientes de los emigrados, con sus
apellidos, costumbres y etc.
Abajo:
Otro de mis dibujos y
chistes de Facebook. En este
caso he pintado el Monasterio de Los Jerónimos de Lisboa y a su lado
comentamos una noticia reciente (del año 2018). Ya que al intentar
abrir los portugueses el Museo de los Descubrimientos, recibieron la
protesta de centenares de profesores -de las mejores universidades
del Mundo- argumentando que es un museo chovinista y geo-centrista.
Pues cuando los portugueses llegaron a cualquier punto del Planeta,
los indígenas ya habían descubierto ese lugar... . Un razonamiento
absurdo y muy poco acorde con el mundo “universal” que debiera
promover la universidad (comprendiendo antes que nada, lo que
significa la palabra “descubrimiento”) .
3) La
Historia olvidada:
.
Regresando a Mota del Marqués, diremos que aquella colina fue un lugar legendario y de gran relevancia, cuya Historia ha decidido en gran parte olvidarse. No hablamos de Protohistoria ni de las primeras noticias que tenemos gracias a sus distintos yacimientos. Alguno de la Edad del Bronce y dos castros del Primer Hierro, aparecidos en un llano y un cerro próximo (llamados: San Ignacio y San Miguel). Restos que manifiestan como este lugar fue importante ya en tiempos de los Vacceos. Al constituir un importante paso entre las principales poblaciones de esta etnia celtibérica; cuyas urbes más destacadas eran: Albocela, Amallóbriga, Uruníngica, Acontia, Septimancas y Pintia (identificadas respectivamente con: Toro, Tiedra, Urueña, Tordesillas, Simancas y Padilla de Duero). Consecuentemente, la actual Mota debió ser ya un punto de comunicación para los Vacceos, quienes en hasta el siglo II a.C. dominaron esta zona del Valle del Duero. Uniendo Acontia (Tordesillas) y Septimancas (Simancas) con los castros situados al Norte de la actual provincia vallisoletana. De igual forma, sabemos por itinerarios romanos, como esta “mota” fue durante la dominación latina un lugar de encuentro entre las vías que unían el Sur de la Meseta, con los distritos más cercanos a la Legio Séptima (León).
Regresando a Mota del Marqués, diremos que aquella colina fue un lugar legendario y de gran relevancia, cuya Historia ha decidido en gran parte olvidarse. No hablamos de Protohistoria ni de las primeras noticias que tenemos gracias a sus distintos yacimientos. Alguno de la Edad del Bronce y dos castros del Primer Hierro, aparecidos en un llano y un cerro próximo (llamados: San Ignacio y San Miguel). Restos que manifiestan como este lugar fue importante ya en tiempos de los Vacceos. Al constituir un importante paso entre las principales poblaciones de esta etnia celtibérica; cuyas urbes más destacadas eran: Albocela, Amallóbriga, Uruníngica, Acontia, Septimancas y Pintia (identificadas respectivamente con: Toro, Tiedra, Urueña, Tordesillas, Simancas y Padilla de Duero). Consecuentemente, la actual Mota debió ser ya un punto de comunicación para los Vacceos, quienes en hasta el siglo II a.C. dominaron esta zona del Valle del Duero. Uniendo Acontia (Tordesillas) y Septimancas (Simancas) con los castros situados al Norte de la actual provincia vallisoletana. De igual forma, sabemos por itinerarios romanos, como esta “mota” fue durante la dominación latina un lugar de encuentro entre las vías que unían el Sur de la Meseta, con los distritos más cercanos a la Legio Séptima (León).
.
Pero
además, Mota del Marqués, fue uno de los enclaves más importantes
de la Reconquista; tanto que su Virgen de Castellanos, se cree era la
bandera que lucía el conde Fernán González en la Batalla de
Simancas. Estandarte
con la representación de la Señora de Castilla, que el conde
dejaría tras el verano del año 939 en la iglesia de este pueblo.
Donde todavía se venera a la Virgen de Castellanos, reconociendo que
su estampa fue la que portaban los de Fernán González al
enfrentarse a Abderramán, frente al Duero. Aunque
la gran importancia militar de esta población no termina aquí, pues
poco después los caballeros cruzados se establecieron entre Adalia y
Mota. Fundando entorno al siglo XII en el lugar que se llamaba por
entonces Santibañez de Mota; nombre seguramente tomado en memoria de
la Orden de San Juan (Sant Ivan),
que se sabe tuvo encomienda en la vecina Adalia. Pero
mayor fue la relevancia de este pueblo sito junto a una “mota”,
cuando allí establecieron la única encomienda de los caballeros
teutones en España. Quienes se asientan en esa población denominada
Santibañez, tras la boda de Beatriz de Suabia con Fernando III el
Santo. Monarca que al casarse con la alemana en 1220, regaló a su
esposa el señorío de Toro (cuyos dominios comprendían este
pueblo). Lugar donde desde 1222 se afincan los soldados germanos
que escoltaron hasta nuestras tierras a Da. Beatriz; fundando allí
una encomienda y elevando un castillo de arquitectura teutona, desde
el que guardaban el señorío toresano, los montes Torozos y el
camino de Santiago.
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Pero
no fueron estos los únicos hechos de importancia ocurridos en la
población que pasó a denominarse Mota de Toro y que durante el
siglo XV llega a manos de la familia Ulloa. Una de las sagas
principales de Galicia; asentada en Toro tras la Reconquista y cuyos
miembros apoyaron la facción imperial -frente a los Comuneros-.
Por tal causa, Rodrigo de Ulloa fue creado marqués de la Mota en
época de Felipe II, como caballero de plena confianza para el
reino. Aquel primer marqués era a su vez hermano de Da. Magdalena de
Ulloa (aya de Juan de Austria) y cuñado de Luis de Quijada
(mayordomo real y hombre más cercano a Carlos V). Todos ellos
fieles al emperador, hicieron de Mota del Marqués uno de los
lugares castellanos que más apoyo dio a la causa real, sin
participar en las revueltas de los Comuneros -permaneciendo siempre
unidos a Carlos V-. Ello, confirió grandes derechos y privilegios a
esta urbe; como muestra la enorme población que antaño tuvo y
los edificios importantes que elevaron por entonces (muchos de los
que aún se conservan). Construcciones entre las que destacan el
palacio renacentista de los Ulloa y la Iglesia de San Martín; templo
que más bien parece una catedral y que fue construido por el
arquitecto Gil de Hontañón (en tiempos del primer marqués de la
Mota).
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Pese
a cuanto narramos, parece que todo -o casi todo- de ese ilustre
pasado motano ha deseado olvidarse. Tanto que se está dejando caer
el castillo teutón de mediados del siglo XIII; uno de los ejemplares
más importantes en su estilo y el único de España. Del mismo modo,
está abandonada la ermita existente junto a esa fortaleza, que
antaño se levantaba a los pies de la muralla (sobre la misma loma).
Una iglesia cuyo edificio en ruinas es del siglo XVII, pero que tiene
un origen antiquísimo. Todo lo que le confería el derecho de
pertenecer a la diócesis de Zamora, a mi juicio porque antaño se
levantaba allí el antiguo templo de San Juan -de los caballeros de
San Juan de Jerusalén-. Ermita que según mi criterio, daría el
primer nombre al lugar, denominado por entonces Santibañez de Mota.
Asimismo el olvido histórico, es también sobre cualquier
referencia al famoso conde Fernán González y de aquel estandarte
que dejó en el pueblo, tras vencer a Abderramán III, en Simancas.
Bandera con la Virgen de Castellanos, que continúa siendo la patrona
de Mota y que en el 2039 cumplirá mil cien años de sagrado
patrocinio; aunque tristemente casi nadie conoce que su origen estuvo
en la victoria contra las tropas califales, en agosto del año 939.
Finalmente añadiremos que para mayores desgracias, el castillo
teutón fue bombardeado por los cañones franceses, durante la guerra
de la Independencia, quedando en un estado lamentable. Todo lo
que sucede en un tiempo en que el marquesado de la Mota había pasado
al ducado de Alba; cuando la herencia de Ma.Teresa Cayetana de Alba
fue requisada por la corona (siendo abandonados muchos de sus bienes
y vendiendo el palacio decenios después). En lo que se refiere a
ese edificio de los Ulloa y a la espectacular iglesia de San Martín
-construcciones ligadas a Gil de Hontañón-, hemos de destacar que
han sufrido tremendos deterioros. El palacio fue finalmente
comprado a mediados del siglo XX por una congregación, que convirtió
lo que quedaba del edificio, en un lugar de retiro y en convento.
Mientras los terribles daños que tenía la iglesia de San Martín
-por efecto de la rapiña, el desuso y las humedades-; han podido
restaurarse recientemente, gracias a grandes aportaciones de la Junta
de Castilla y León.
JUNTO
Y BAJO ESTAS LINEAS: Al
lado, cárcel de Mota del
Marqués levantada a expensas de la duquesa de Alba, durante el
tiempo en que hereda el marquesado Ma.Teresa Cayetana de Silva y
Palafox (XIII marquesa
consorte y viuda de la Mota).
Abajo,
patio renacentista del
palacio de los Ulloa, construido durante el siglo XVI (bajo
la posible intervención de Rodrigo Gil de Hontañon). Al fondo vemos
el torreón añadido a la iglesia de San Martín, cuya portada y
traza es obra de Gil de Hontañon.
JUNTO
Y BAJO ESTAS LINEAS: Al lado,
portada de la iglesia de
San Miguel, recientemente restaurada. Sus atlantes y figuras nos
recuerdan mucho a los motivos decorativos de la Universidad de
Alcalá, por lo que se considera una obra levantada poco antes de que
Rodrigo Gil de Hontañón realizase la portada alcalaína.
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Abajo, un dibujo mío de la fachada de la universidad de Alcalá.
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Abajo, un dibujo mío de la fachada de la universidad de Alcalá.
JUNTO
Y BAJO ESTAS LINEAS: Al lado,
estado en el que
tristemente se encuentran los focos que hace unos doce años colocó
Iberdrola, para iluminar el castillo de Mota del Marqués. Dicha
instalación se hizo de modo altruista, junto a la iluminación de la
iglesia de San Martín; aunque algunos gamberros muy pronto
destruyeron los focos del castillo. Una “gracia” que debía haber
pagado el “vandalo” (vándalos) que la cometieron; pues desde
entonces no se recuperó la luz, privando de la visión nocturna del
torreón durante años, al pueblo y a cuantos circulan a esta altura
de la A-6.
Abajo, puesta de Sol en Mota del Marqués. El castillo se deja de ver desde estas horas por obra y daño de unos “graciosos” que destruyeron la instalación para iluminarlo (al poco de ser colocada). Un acto de vandalismo más, que empobrece y actúa en contra de la imagen del pueblo.
Abajo, puesta de Sol en Mota del Marqués. El castillo se deja de ver desde estas horas por obra y daño de unos “graciosos” que destruyeron la instalación para iluminarlo (al poco de ser colocada). Un acto de vandalismo más, que empobrece y actúa en contra de la imagen del pueblo.
4) La
leyenda de la industria:
.
Muchos
me han preguntado qué le pasa a Mota del Marqués y por qué ha
llegado a estar tan abandonada. Llena de preciosas casas, muchas de
ellas derruidas, y permanentemente coronada por un castillo caído,
junto a una ermita en ruinas. Cuantos me lo refieren -además-,
se cuestionan cómo pudo haber sucedido esto, precisamente cuando
su situación es inmejorable: A pie de carretera, en una
autovía por donde circulan al menos de un millón de vehículos al
año y distando apenas media hora de Valladolid. Aunque la
respuesta a su estado se encuentra precisamente en estas últimas
frases; pues nada hay más destructivo para un pueblo, que la
industrialización sin orden, ni medida. Y es que esa ubicación de
Mota, en plena A-6 a medio camino entre Madrid y el Cantábrico; la
convierten en un punto de interés “comercial”, pero no
precisamente turístico. Para que entendamos lo que deseo expresar,
diremos que esa situación junto una de las vías más transitadas de
España, produce el mismo efecto que tuvo llevar el tren a Medina del
Campo o hacerlo llegar hasta Aranjuez. Pues antes de que se
construyera el ferrocarril a Medina, aquella ciudad de las ferias y
de los banqueros; había sido una urbe cargada de palacios,
conventos, casonas, plazas y calles (góticas, mudéjares o del
Renacimiento). Pero un día llegó el tren, y con ello la industria;
por cuanto comenzaron a sobrar los edificios antiguos, las viviendas
no convertibles en pisos; las calles que impedían el paso de
camiones, y -sobre todo- las plazas donde no podían aparcar bien los
coches. Así fue como se derribaron las casonas, los palacios y los
conventos; para transformarlos en viviendas, edificios oficiales o
fábricas. Junto a un largo etécera de deformaciones urbanas, que
supuso la destrucción -o el abandono- de gran parte de su casco
histórico.
.
No
pensemos que eso es un mal tan solo castellano o leonés; porque lo
mismo se produjo en Aranjuez, cuando a finales del siglo XIX llegó
el ferrocarril -a una población que hasta entonces fue solo un lugar
de veraneo para nobles y reyes-. Transformando así su modo de vida y
convirtiendo parte de ella en una ciudad dormitorio o industrial;
todo lo que desvirtuó su urbanismo, destruyó gran parte de sus
palacios y trastornó su cascó histórico de manera inimaginable
(reduciendo a escombros importantes edificios barrocos y
neoclásicos). Un caso muy parecido sucedió en Valladolid, hace
algo más de medio siglo; cuando esta ciudad cargada de palacios y de
bellísimos edificios, comenzó a derribar centenares de muros con
siglos de historia, para sustituirlos por bloques del peor estilo
arquitectónico. Cambiando palacios o conventos; por pisos para
albergar trabajadores y directivos de las nuevas fábricas que se
instalaban en la capital. Aquello, fue lo que vulgarmente se llama
“pan para hoy y hambre para mañana”; porque la ciudad nueva se
podría haber levantado a las afueras, respetando el casco histórico.
Pero en cambio, medio Valladolid antiguo fue derribado y así dejó
de ser una preciosa urbe castellana; casi tan bella como Salamanca.
Todo se hizo en nombre de la industrialización y el progreso;
consiguiendo la piqueta reducir a su quinta parte histórica, una de
las capitales más importantes de nuestra España. Logrando que esa
“bella Pucela”, que pudo ser uno de los puntos culturales y
turísticos más importantes de la nación; quedase eclipsada por
Ávila, Salamanca o Segovia (pasando a ser Valladolid una capital
preferentemente política y económica).
.
Este
es el mismo mal que sufrió Mota del Marqués, donde la industria
llegó sin criterio ni control y sin querer mirar al castillo, ni a
la ermita. Olvidando la Historia y queriendo solo incorporarse a los
avances. Siquiera sin pensar -en aquellos años sesenta o
setenta-, que consolidando la fortaleza y conservando bien sus
monumentos, surgirían múltiples puestos de trabajo (derivados
de los visitantes y de quienes vivirían en Mota, para disfrutar de
su belleza). Pero durante el siglo XX se enseñó que la riqueza
provenía principalmente de la industria; un concepto decimonónico
que dejaba a un lado la imaginación y la cultura. De tal modo, se
afirmaba que el progreso procedía fundamentalmente del mundo
industrial y productivo; conformando una Sociedad que únicamente
miraba a las ciudades y olvidaba al medio rural. Tanto fue así, que
se cambió el pueblo por el barrio; el arte popular se sustituyó por
el “pop”, mientras los bailes y folklores desaparecían, mientras "todos" iban a las discotecas. Por su parte, las creencias y el
compromiso social, se convirtieron en ideologías y en participación
política; hasta la mística parece que fue arrojada al vacío por
las drogas. Todo ello, durante una época en la que el campo de
fútbol suplantaba gradualmente al verdadero campo; a ese campo
natural, al que debían ir los ciudadanos cada fin de semana (para
descansar la mente y el cuerpo). Convirtiendo así a los
habitantes de las grandes capitales, en seres incapaces de salir a la
montaña, para disfrutar de los ríos o de la Naturaleza; quienes
comenzaban a conocerla tan solo en la televisión. Creando una
población que desde el año 2000 está llena de individuos inmersos
en problemas personales, por el simple hecho de que no saben valorar
una vida auténtica: En el pueblo y junto a “la tierra”.
Tristes humanos que siquiera conocen el sabor de lo cocinado en una
chimenea campestre; ni han catado un buen vino en plena Naturaleza.
Pero lo peor de cuanto narramos, afectó directamente a las
poblaciones rurales; que terminaron por ser olvidadas. Cayendo sus
casas, derruyéndose su patrimonio y dilapidando su cultura;
preocupándose los pueblos solo por subsistir o por imitar a las
ciudades. Quedando solitarios y arruinados, al no tener quien los
viva, quien los visite; ni menos quien los admire.
SOBRE
Y BAJO ESTAS LINEAS: Dos
chistes y dibujos míos, de los que subo a Facebook.
Arriba, una viñeta en la
que pretendo explicar qué situación puede provocar a los pueblos
esta nueva filosofía urbana que pretende sustituir el “animalismo”
por el “humanismo”. Abajo,
la misma crítica en otras de mis viñetas; pues el día que prohíban
la caza y la ganadería brava, las dehesas y los montes bajos, se
convertirán en fincas de agricultura y ganado extensivo (destruyendo
lo poco auténtico que aún queda del paisaje ibérico).
JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Otros dos
chistes con dibujos míos de Cádiz (subidos hace meses a Facebook).
En ambos, critico al mundo
“animalista” y a la filosofía vegana; porque si aplicamos su
principios, se destruirían gran parte de los recursos del medio
rural. Ya que la Naturaleza
necesita de la intervención del hombre y el habitante del campo
precisa los recursos que el esta le brinda. Durante
milenios se ha cazado, pescado y criado ganadería; sin dañar al
medio ambiente, mientras se haga de un modo controlado y bien
regulado. Pero si estas actividades se prohíben, el campo y los
pueblos entrarán en la mayor crisis y abandono jamás conocido
(ardiendo gran parte de los
bosques por desidia, desinterés, falta de uso y limpieza).
5) Castilla
y León como mejor destino veraniego (por sus temperaturas, su
gastronomía y su riqueza ecológica y monumental):
.
Por
todo lo expuesto, creemos que Mota del Marqués debe dar un salto,
proyectándose hacia el tipo de producción del siglo XXI;
olvidando el mundo industrial de los años sesenta -que aún
impera en muchos lugares-. Orientándose hacia una forma de crear
riqueza actual, basada principalmente en el ingenio; donde es más
importante un cocinero que un banquero y un creativo que un
comercial. Prevaleciendo en nuestros días la imaginación sobre la
realidad económica; siendo más valioso tener un proyecto personal
(incluso inviable) a vivir bajo lo realmente posible y tangible.
Trasladando estos conceptos a Mota del Marqués, diremos que
debemos transmitir el sueño del pasado a quienes se acercan al
pueblo; llevándoles a vivir la experiencia de un mundo que
desapareció, pero que no por ello deja de ser real. Porque la
historia de Mota y su estado actual (tan dañado y olvidado), es la
historia de todos; de la Humanidad entera, que siempre conoce un
momento de gloria para terminar en senectud. Una vejez o decadencia,
que puede ser triste, pero nunca fea. Pues lo decadente es -por sí
mismo- más bello que aquello nuevo y joven, donde suele imperar lo
pueril, el plástico y la horterada. Pese a lo que decimos, los
grandes reinos de lo pueril y de la horterada, hoy en día se conocen
como algunos de los destinos de veraneo más buscados. Aunque -en
verdad- sean un horror; con urbes compuestas por edificios al tuntún,
cargados de urbanizaciones ilegales y hasta con rascacielos
newyorkinos a pie de mar. Todos ellos, levantados frente a unas
playas que antaño fueron preciosos puertos de pescadores. Pueblos de
las costas que han quedado arrasados por el devenir del turismo masificado; creando un tipo veraneo que tristemente ha acostumbrado a
gran parte de los españoles a abandonar el campo y los lugares de
interior. Haciéndonos hasta creer que es un pobre atraso, el descanso en el medio rural; antes común a todos, quienes disfrutaban
del tiempo libre en sus lugares de procedencia (regresando felices al
pueblo para las fiestas o el estío).
.
Siendo
así, hemos de plantearnos varios hechos indiscutibles, para
comprender que Castilla-León goza con características para competir
con un modelo vacacional de enorme cultura, belleza y gastronomía
-con buenas temperaturas, muy diferentes al común achicharre
playero-. Destacando primeramente, que esta Comunidad vive seis meses
de primavera al año: Desde comienzos de mayo, hasta finales de
octubre. Teniendo uno de los veranos más agradables de la
Península; cargado de días soleados, que permiten el baño, pero sin
pasar gran calor. En segundo lugar, hemos de señalar que la
riqueza monumental de Castilla y León, es inigualable. Con tres
de sus principales capitales declaradas Patrimonio de la Humanidad;
encontrándose en sus tierras más del setenta por ciento de los
edificios antiguos singulares españoles. En tercer término, los
parajes y paisajes, cargados de montes, bosques y ríos; conceden a
esta zona de España un incalculable valor ecológico. En cuarto
lugar, sus condiciones como zona agrícola, ganadera, de caza y
pesca; no solo posibilitan realizar determinados deportes, sino son
determinantes para una gastronomía magnífica. Todo lo que se
completa con sus miles de hectáreas de viñas, tan diferentes como
sofisticadas; produciendo algunos de los vinos más destacados del
Mundo. Por todo ello, la Meseta castellana podría competir con
el Mediterráneo como destino veraniego, siempre que hubiera
suficiente cultura y la población supiera disfrutar de las bondades
y maravillas de esta “costa tinta, blanca y verdeja”.
.
Todo
lo que antes hemos descrito, es ciertamente indiscutible y concedería
a Castilla-León el don para ser uno de los destinos de vacaciones
más bellos y deseados de Europa. Pero para ello, antes habría que
educar a todos y en todo. Pues parece que hoy en día nadie es capaz
de disfrutar de un paisaje maravilloso; ni hay quien sea feliz viendo
un precioso pueblo. Por su parte, ya no hay tantos interesados en
degustar unas buenas viandas en su tierra, ni en reconocer el buen
vino (al mejor precio). Porque la apariencia que el turismo
manifiesta, es que cada día hay menos personas capacitadas para
valorar los monumentos y arquitectura, por muy maravillosa que
esta sea -acudiendo gradualmente menos gente a los pueblos-. Todo
lo que indica una aculturación, que implica tristemente a nuevas
generaciones; quienes teóricamente son las que están más
preparadas y estudiadas de la Historia, aunque sus aficiones y
comportamiento nos las muestran como las peores formadas (al menos
humanísticamente).
.
Nos
atrevemos a ratificar lo antes escrito, porque los nacidos después
de los años noventa pudieron oír toda la música (incluso gratis);
pero la gran mayoría eligió solo escuchar “pop”, “rock” y
“chunda-chunda”. Asimismo, tuvieron todos los libros a su
disposición (en bibliotecas o internet); siendo una de las
generaciones de universitarios que menos han leído... . En lo que se
refiere a sus aficiones culturales, añadiré que desde hace
veinticinco años el campo se pobló de casas rurales, se mejoraron
coches y carreteras, facilitando viajar cómodamente a cualquier
punto. Pero las visitas al medio rural se han ido reduciendo
paulatinamente, de manera escalofriante... . Cuanto señalo puede
comprobarse de facto, pues es difícil ver actualmente a jóvenes
interesados por la cultura popular, y menos aún veraneando en los
pueblos. Por su parte, en lo que se refiere al mundo clásico; si hoy
asistimos a un “concierto” verdadero -de música clásica-; nos
encontraremos que el público es mayor de cincuenta años (casi en su
totalidad). Mientras en mi época -hace ya más de cuatro décadas-
ahorrábamos durante meses para ir al campo y a las aldeas, o para
ver actuar en los auditorios a los divos clásicos y a las mejores
orquestas sinfónicas. Comprando sus discos a precios altísimos y
formándonos con el arte; no deformándonos con el “chunda-chunda”,
ni con esos espectáculos de luz, saltos y ruidos -indebidamente
llamados “conciertos”-.
JUNTO
Y BAJO ESTAS LINEAS: Dos
dibujos míos, con viñetas, de los que subo a Facebook.
Al lado, una crítica a la
importación que desde hace años se viene haciendo, implantando unas
Navidades americanizadas (donde los villancicos suenan a
tragaperras). Recuerdo de
niño haber pasado la Nochebuena y Nochevieja en las inmediaciones de
Trujillo, cantando y viviendo las Navidades extremeñas (preciosas).
Abajo, un
dibujo mío de la catedral y vista de Segovia, donde explico en
japonés por qué algunos lugares son diferentes: Por
su monumentalidad y su cultura. Eso hace que Segovia sea visitada por
millones de Turistas, mientras capitales como Guadalajara (mucho más
cercana a Madrid y al aeropuerto) queda oscurecida y sin apenas
turismo. Este es un hecho en el que hemos
de concienciarnos, pensando que cada vez que cae un muro antiguo, una
casa, un palacete, una iglesia o un castillo; lo que se nos viene
encima es, pobreza y olvido.
JUNTO
Y BAJO ESTAS LINEAS: Otros dos
dibujos míos, con viñeta comentada. Al
lado, esa máxima de Marx
afirmando que “la religión es el opio del pueblo”. Algo que debe
tener una parte cierta; pues cuando se pretende crear una nueva
generación laica y sin creencias, vemos por doquier como los jóvenes
consumen drogas y alcohol, de un modo inimaginable.
Abajo, un dibujo mío del campo, donde escribo un “haiku” de broma en japonés (en nomanji), diciendo que aún no hay impuestos por salir a pasear al campo... . Así que hay que trabajar por lograr que esta tierra castellana -que yo llamo “COSTA TINTA, BLANCA Y VERDEJA”- sea conocida como uno de los mejores lugares de Europa para veranear.
Abajo, un dibujo mío del campo, donde escribo un “haiku” de broma en japonés (en nomanji), diciendo que aún no hay impuestos por salir a pasear al campo... . Así que hay que trabajar por lograr que esta tierra castellana -que yo llamo “COSTA TINTA, BLANCA Y VERDEJA”- sea conocida como uno de los mejores lugares de Europa para veranear.
6) “La
buena educación”:
.
Afirmábamos
en párrafos anteriores, que siendo indiscutible que Castilla-León
pueda reconocerse como uno de los destinos de vacaciones más bellos y
deseados de Europa. Para ello, antes habríamos de educar a todos, y
en todo. Primero, enseñando a los jóvenes que vivir la Naturaleza
es necesario y que no puede suplirse la admiración por el mundo
rural, con juegos electrónicos; ni sustituyendo el campo auténtico
por el de fútbol. Ya que aquel que no esté educado en el amor al
medio natural y en disfrutar de él, es un hombre abocado a lo
artificial -y por ende, a lo falso-. De este modo, una vez que
inculquemos a la juventud que el mundo rural es tan necesario
como el deporte -para la salud mental y corporal-; habremos de
enseñarles también Historia y equiparles con una “verdadera”
cultura. Al decir “verdadera”, me refiero a una cultura
auténtica; no a la subculturas, ni a teorías posmodernas que
pretenden hacernos ver que el “Comic” es tan importante como la
pintura barroca, y que los cantantes de Rock son equivalentes a
Beethoven o a Bach. Porque si inculcan a los jóvenes esos valores
contrarios a nuestra civilización y a los principios más
elementales de la cultura; ello provocará que asimismo aborrezcan el
mundo rural y su significado. Al adoctrinarles con filosofías
posmodernas que explican como todo lo anterior, fue horrible y oscuro
(arte, política, pensamiento o religión). Enseñando ese tipo de
visión histórica (tan absurda como crono-céntrica), que
impera actualmente, y analiza con nuestros valores de hoy todo el
pasado. Interpretando la realidad anterior sin base, ni cultura;
tan solo con el fin de demostrar que cualquier otra época fue peor.
Formando a quienes así se educa, en el desprecio hacia el ayer;
lo que provocará el rechazo visceral a su propia cultura, e incluso
al medio rural. Pues al haberles inculcado esos contravalores y la
falta de amor a su historia. Al observar estos jóvenes una muralla,
un castillo, un palacio, una iglesia o las casas de pueblo; las
identificarán con el odio, la injusticia, las guerras, la miseria o
la explotación del individuo.
.
Siendo
así, habremos de plantearnos si es hora de llevar a cabo una reforma
educativa del tipo que realizaron los krausistas hace ciento
cincuenta años, con Giner de los Ríos al frente. El creador de la
Institución Libre de Enseñanza, que cambió radicalmente el modo de
formar a los niños -principalmente en las ciudades-. Inculcándoles
valores que hasta entonces eran considerados absurdos:
Llevándolos de excursión al campo (para hacerles amar la
Naturaleza); obligándoles a practicar deporte (por el bien de su
salud); mostrando la vida rural (para que así comprendieran sus
orígenes y valorasen el esfuerzo del sector primario, que abastecía
a las urbes). Pero sobre todo, el krausismo, enseñaba el respeto
hacia las tradiciones, el folklore y las costumbres del pueblo; que
por primera vez fueron estudiadas como un tesoro inmaterial, que
deberían mantener las generaciones venideras. Inculcando el
interés hacia las costumbres ancestrales, las fiestas de los
pueblos, su forma de vestir, las joyas y abalorios, la artesanía, la
arquitectura popular, los cantos y bailes rurales, los usos para
trabajar etc.etc.etc.. Todo lo que comenzaron a estudiar los primeros
folkloristas unidos al krausismo; entre los que inicialmente destacó
Antonio Machado, alias Demófilo (“el amante del pueblo”; padre
de Manuel y Antonio Machado -los dos grandes poetas-).
.
Aquella
gran reforma educativa, que supuso la Institución Libre de Enseñanza
y cuanto Giner hizo por crear una generación sana y bien formada, se
desvaneció en la Guerra Civil. Aunque resucitó de nuevo y con gran
brío, en los años cincuenta; tanto que mi colegio (Santa Ma. de
los Rosales) pertenecía a su “círculo”; siendo nuestro director
uno de los grandes líderes de esta filosofía. Se llamaba Manuel de
Terán Troyano y era sobrino nieto de Fernando de los Ríos, además
de un gran señor (una buena persona y un profesor enormemente
respetuoso). Seguramente desde aquel espíritu krausista, que
imperaba en algunos ámbitos de enseñanza durante los años
cincuenta y sesenta; nació el enorme interés que los cercanos a mi
generación tuvimos por lo rural. Aunque toda aquella
formación basada en la admiración hacia lo mejor de España;
que imponía como principio reconocer los valores patrios y a su vez
conocer que el peso de la Historia había sido cargado por el pueblo.
Parece haberse desvanecido de nuevo actualmente, sin importarle ya
a nadie qué fue del verdadero flamenco, de qué modo vestían las
lagarteras, cómo era la joyería popular en la Ruta de la Plata, o
qué fue de las pallozas (chozos, apriscos y tainas).
Habiéndose iniciado desde comienzos de este siglo XXI un movimiento
contra-rural, donde los jóvenes solo miran aquello que tiene fama y
éxito social; aceptando únicamente lo que todos conocen y reconocen
como perfecto.
.
De
tal manera y al parecer, se han identificado de nuevo los pueblos,
como lugares atrasados; tal como sucedía en los siglos XVIII y XIX
-hasta que el krausismo eliminó aquellos terribles prejuicios-.
Aunque en nuestros días el problema se ha enquistado más, ya que
para muchos jóvenes de hoy, todo aquello que no implique modernidad,
actualidad, fama o éxito; es algo obsoleto y antiguo. Sintiendo las
nuevas generaciones ese rechazo hacia el medio rural, principalmente
porque les recuerda su falta de base humanística. Ya que
desconocen gran parte de cuanto antes todos estudiábamos: Historia
de España, geografía peninsular, latín y griego, arte clásico y
largo etc. ajeno al de hoy. Porque actualmente les exigen formarse en “lo útil”
y en valores e idiomas “localistas”; en vez de conocer a fondo el
pasado común, la estética clásica o los principios universales.
Cuanto llevaría a esas nuevas generaciones, reconocer en los
antiguos pueblos y poblaciones, la historia de sí mismos. En vez de
concebir el medio rural, rancio y atrasado; creyendo que su fin
cercano será desaparecer, como destino para que así deje de existir
lo que estos chicos horterizados consideran “triste” y
“miserable”. Unos jóvenes tan confundidos en la idea
histórica, que ven “moderno” reunirse en masa, para “colocarse”
disfrutar y bailar a saltos una “música” que solo es una síncopa
percusionada -acompañada por cánticos, que más parecen gritos-.
Todo lo que algunos llaman “concierto”, aunque se trata de
“ceremonias sociales” muy parecidas a las que se hacían en el
paleolítico o el neolítico; y como las que siguen realizando
algunas tribus perdidas, que no han superado la Edad de Piedra.
JUNTO
Y BAJO ESTAS LINEAS: Otros
dos dibujos míos, con viñetas. Al
lado, una caricatura de
Bob Dylan, cuando no quiso ir a recoger el Nobel de Literatura.
Evidentemente, la actitud de este cantante y poeta era la más
inteligente, pues él no era un literato (propiamente dicho), sino un
trovador. Ya que la
literatura nace escrita y sin sonido; mientras los “aedas”,
“bardos” o “trovadores”, cantaban componiendo sus canciones,
recordándolas en la música y sin escribirlas. Por ello, cuando le
dieron el Nobel de Literatura, seguramente tardó meses en contestar
si lo iba a recibir; pensando que no era lo “más adecuado” para
su obra. Así le dibujé como “WANTED, on haven´s door, o alive;
REWARD NOBEL PRICE in literature” (Se busca, vivo o en las “puertas
del cielo” -título de su mejor canción-; se recompensará con el
Nobel de Literatura). Abajo,
un dibujo mío de
Estocolmo, donde describo que van a crear el Nobel de Música,
seguramente para dárselo al director de cine Coppola... . Entregar
el Premio Nobel de Literatura a Bob Dylan es el típico ejemplo de
mentalidad posmoderna; que considera como romper los moldes, es el
mejor método de avanzar. Sin
conocer que romper moldes -en muchos casos- destruye la cultura o el
significado de nuestra civilización. Pues hubiera bastado con crear
un Nobel de Música, para que el premio encajase con la figura de
Dylan.
JUNTO
Y BAJO ESTAS LINEAS: Dos
fotografías de la ermita de El Salvador, en la subida de la colina
de Mota. Observemos los restos y su triste estado, todo lo que en
verdad le confiere un aspecto legendario.
7) Universalidad
frente a localismos:
.
Tras nuestras disertación y lamentos acerca de la educación actual, que enseña tan solo aquello que pueda ser de utilidad a los alumnos y que les especializa en una cultura localista (no universal). Sin comprender que precisamente lo carente de uso, es lo más valioso de nuestra civilización -artes, letras o hasta la belleza-.; y que lo universal, debe prevalecer sobre lo local. Diremos para finalizar, que uno de los grandes dramas que se está generando en el siglo XXI es el de la pérdida de la cultura y de la identidad propia (más concretamente en el mundo rural). Todo ello podríamos pensar que obra en beneficio de la globalización; pero no es así, pues el origen de esa aculturación se halla precisamente en la “localización”. Siendo ese mundo “localista” que hoy se promueve por doquier; todo lo contrario a la “aldea global”. Ya que “la globalización” persigue la unión del Planeta y esos “localismos” pretenden atender a todo cuanto nos hace diferentes (por muy insignificante que sea); para enfrentarse a “la aldea global” y no perder su identidad. Así, sitúan a la misma altura la cocina y la literatura; la moda y la filosofía o la marroquinería y la arquitectura. Por lo que será tan importante estudiar la “fabla lugareña” como hablar inglés; llegando a considerar que se deben restaurar antes los chozos de la zona, que los palacios, iglesias y castillos. Calificando de reaccionario a todo aquel que no reconozca esos valores locales; tanto como se tilda de “facha” al que considera que es incomparable la importancia del idioma español (castellano) frente al de otras lenguas nacionales -catalán, vascuence o gallego; por mucho que esas otras locales, tengan un profundo sentido cultural-.
Tras nuestras disertación y lamentos acerca de la educación actual, que enseña tan solo aquello que pueda ser de utilidad a los alumnos y que les especializa en una cultura localista (no universal). Sin comprender que precisamente lo carente de uso, es lo más valioso de nuestra civilización -artes, letras o hasta la belleza-.; y que lo universal, debe prevalecer sobre lo local. Diremos para finalizar, que uno de los grandes dramas que se está generando en el siglo XXI es el de la pérdida de la cultura y de la identidad propia (más concretamente en el mundo rural). Todo ello podríamos pensar que obra en beneficio de la globalización; pero no es así, pues el origen de esa aculturación se halla precisamente en la “localización”. Siendo ese mundo “localista” que hoy se promueve por doquier; todo lo contrario a la “aldea global”. Ya que “la globalización” persigue la unión del Planeta y esos “localismos” pretenden atender a todo cuanto nos hace diferentes (por muy insignificante que sea); para enfrentarse a “la aldea global” y no perder su identidad. Así, sitúan a la misma altura la cocina y la literatura; la moda y la filosofía o la marroquinería y la arquitectura. Por lo que será tan importante estudiar la “fabla lugareña” como hablar inglés; llegando a considerar que se deben restaurar antes los chozos de la zona, que los palacios, iglesias y castillos. Calificando de reaccionario a todo aquel que no reconozca esos valores locales; tanto como se tilda de “facha” al que considera que es incomparable la importancia del idioma español (castellano) frente al de otras lenguas nacionales -catalán, vascuence o gallego; por mucho que esas otras locales, tengan un profundo sentido cultural-.
.
Sobre
lo antes dicho, no se puede discutir... . So pena de ser
clasificado como ostrogodo. Por cuanto a día de hoy y bajo ese
criterio posmoderno, es tan importante conservar un apero de labranza
del siglo XIX, como restaurar una escultura o un edificio de igual
época. Sin considerar que no es igual una azada de 1820, a una
talla coetánea, ni menos que un edificio con doscientos años... .
Pero para el posmodernismo, “todo y todos somos iguales”; por
cuanto un día van a considerar tan importante Las Meninas de
Velázquez como los tebeos que de niño leímos. A ello, se suma
la sobre-valoración de lo “local”, por lo que es igual de
relevante estudiar las danzas que conservan dos familias en un
pueblo; como descubrir documentos reales del siglo XI, que pueden
cambiar la visión general de la Historia. Todo lo que narramos
produce el rechazo de individuos cultos, que abandonan el interés
por el mundo rural al identificarlo con ideas “localistas”
(nacionalistas y hasta secesionistas). Considerando que los
pueblos han optado por lo “cosmopaleto”, en vez de implicarse en
proyectos cosmopolitas. Pero la peor consecuencia de esas
ideologías, sobreviene cuando artistas y humanistas caen en ese
“pensamiento único” que les obliga a ser localistas y también a
innovar, para crear algo nuevo y desconocido. Considerando que
los valores planetarios y lo universal no existen; llegando a
manifestar que es tan importante la pintura antigua como la moderna,
o tan relevante la música contemporánea como la del siglo XVIII.
Sin conocer qué las crisis y las regresiones culturales,
principalmente nacieron por esta razón; al oponerse los
intelectuales aceptar un sistema de valores coherente (clásicos o
novedosos).
.
Acerca
de ello, Andrés Segovia ya se lamentaba décadas atrás; afirmando
que el arte había entrado en plena crisis, desde que los pintores
comenzaron a realizar obras abstractas por doquier y los compositores
música concreta. Pero en verdad, el problema no es de
clasicismo, ni de modernismo; sino de falta de valores universales y
de “localismo” frente a lo planetario. Porque la razón que lleva
a considerar a un rapero, un literato; es la misma que ha hecho creer
que el gallego es tan importante como el castellano. Idéntico
motivo por el que se piensa que todos los artistas pueden crear obra
abstracta. Sin tener en cuenta una escala de valores, ni de
prioridades. Pues el abstracto es un estilo al que tan solo
acceden los pocos que sobrepasan el umbral de todo lo anterior;
logrando superar el estilo clásico, el renacentista, el romántico,
el impresionista, el cubista etc.. Aunque hoy en día, la gran
mayoría de los artistas comienzan creando piezas abstractas o
concretas; como si a los veinte años alguien pudiese tener ese grado
de maestría que a uno le permite “romper moldes”. Ello ha
llevado al parón del arte clásico, que se encuentra en vía muerta
y al florecimiento de todo lo moderno (“pop”, “rock”,
“rap” y hasta “rat”). Provocando tal crisis, que se llega a
afirmar que los grandes clásicos del siglo XX son los Beatles; pese
a que para ello habríamos de olvidar a Stravisnky, a Manuel de
Falla, al Maestro Rodrigo, a Karl Orff, a Bacarisse, a Villalobos, a
Barrios Mangoré (junto a tantos otros grandes músicos, que nadie
escucha, porque lo que prima hoy es el chunda-chunda). Y es que
comparar al arte clásico con el actual, es como hacer competir a los
coches de caballos con los vehículos de motor; olvidando que sus
recursos y su sentido, son absolutamente diferentes.
JUNTO
Y BAJO ESTAS LINEAS: Al
lado, atardecer en Mota
del Marqués. Bajo el disco solar, vemos el castillo; más adelante
se perciben las paredes y la espadaña de la ermita.
Abajo, vista del pueblo
desde la torre, en el atardecer. En primer término la ermita de El
Salvador; detrás, la gran iglesia de San Martín.
8) Un
centro de interpretación sobre pérdida de patrimonio:
.
Continuando
con la crisis de la cultura y sus consecuencias, diremos que en plena
caída del arte clásico, durante los años sesenta-setenta, llegó
el “pop” y el “rock” a las fiestas de los pueblos.
Promoviendo las discomovidas, junto al olvido de toda música y
tradición popular. Ello sucedió en un estado de catarsis tal, que
en esas fiestas de antaño eran capaces de gastarse en chunda-chunda
todo lo que se había de designar a la cultura del municipio. Sin
importar por entonces que se cayeran los monumentos o que se retejase
la ermita (fuera gótica, románica o visigótica); pues lo del
pueblo era para el pueblo. Así se llegó a pensar que el “pop”
era más importante que lo “de antes”; por cuanto las
murallas medievales serían igual de relevantes, que abrir un
polígono industrial en el pueblo. Con esta mentalidad posmoderna y “local”
(no global), lo único que se hizo desde medio siglo atrás, fue
pretender organizar unas fiestas mejores a las del pueblo vecino. En
vez de promover actos para que el patrimonio fuera restaurado o la localidad conocida y visitada por extranjeros; con el fin de que
llegasen gentes venidas de lejos -lo que se correspondería con un
espíritu de globalización-.
.
Consecuentemente,
desde los años sesenta-setenta en el medio rural se patrocinaron
fiestas patronales imitando a las discotecas o a las festividades de
barrio; que solo sirvieron para atraer a personas de poblaciones
cercanas. Generando un tipo de celebraciones que -a la larga-
terminaría con muchas de las tradiciones, las costumbres y hasta con
parte del patrimonio. Que caía como si les atacase la termita,
al estar descuidado y poco protegido; por haberse invertido la
asignación cultural en “chunda-chunda”. Pese a ello, hubo
pueblos y zonas, que conservaron sus tradiciones y que hoy viven
gracias a ellas. Un ejemplo es lo que sucede en Castilla con la
Semana Santa, las teatralizaciones de hechos históricos o las
mascaradas. Pero sobre todo en Andalucía, con el pasado bien
conservado en las fiestas religiosas y hasta en las patronales, que
se convierten en ferias siempre aflamencadas (destacado la de Sevilla
o El Rocío, que producen millones de euros).
.
Por
todo lo dicho, parece evidente que la perdida de costumbres y de
arraigo, no genera modernidad (como se predica desde hace años),
sino todo lo contrario. Pues aquel alejamiento de la Historia, de las
tradiciones populares o de lo que fueron nuestros ancestros, provoca
solo incultura y hasta el olvido de los pueblos -sino sería
mejor decir “el desprecio” hacia ellos-. Creando una verdadera
miseria en el ámbito rural; sumiéndolo en un estado que ya no es el
de pobreza. Porque antaño los pueblos pudieron ser pobres, pero
nunca miserables; ya que sus gentes se enorgullecían de haber nacido
allí, los conservaban limpios y enteros, se vestían con sus ropas
típicas, celebraban a sus santos (creyeran o no) y tenían sus
raíces e ideas, perfectamente determinadas. Pero desde hace
cincuenta años, en el nombre de “la modernidad” y del progreso,
se dejan caer torreones, casonas, casas, iglesias y villas enteras;
algunas con más de seis siglos. Todo lo que se debería denominar la
gran aberración cultural del sigo XX y XI. Que permite el
derrumbe y abandono de los pueblos; donde nada hay más triste que
ver sus cascos históricos vacíos, con casas caídas por doquier y
enormes edificios que se desvanecen día a día. Mientras tanto,
los mandatarios invierten millones en arte de hoy; comprando un
pintura, escultura y una música, de la que se desconoce su valor
futuro; pero -sobre todo- que no son prioritarios. Ya que lo
primero para una nación debería ser evitar que desaparezcan
edificios históricos y hasta poblaciones enteras.
.
Antes
de terminar, desearía añadir que no hemos hablado de las múltiples
asociaciones y centros de acción social, que desde hace años se han
organizado contra el abandono, el olvido y el deterioro de los
pueblos. Que son muchas y valiosísimas; contando Mota del Marqués
con una de ellas -llamada AREPA MOTA XXI- que ha logrado innumerables
avances y restauraciones. Grupos de personas, en su mayoría vecinos
comarcales, que han dedicado parte de su vida y esfuerzo, para lograr
que el medio rural no se abandone, se reorganice y se rehabiliten sus
monumentos. Gentes que han luchado con enorme éxito y a los que
debemos la recuperación de edificaciones, costumbres y fiestas;
tanto como la creación de centros de interpretación y museos, donde
se ha guardado la memoria del pueblo y sus tradiciones (algunas de
enorme importancia). Deseando terminar este artículo con un recuerdo
a la enorme y valiosa labor que estas asociaciones y organismos, han
venido realizando durante las últimas décadas; casi siempre de un
modo altruista, donando su esfuerzo, su ilusión y sus ideas. Todo
ello, a través del tiempo y dedicación, junto al gran trabajo de
recuperación, que de modo tan generoso han realizado sus
miembros y asociados.
.
Así
pues y tras todo lo expuesto; me gustaría proponer crear en Mota del
Marqués un centro para la interpretación de la pérdida de
patrimonio. Un pequeño local abierto al público, donde se exhiban
fotos y videos; para enseñar e informar de cuanto se ha ido
destruyendo en Castilla y León, durante estos últimos ciento
cincuenta años -desde que hay documentación de imágenes-.
Castillos caídos, por efecto del tiempo; iglesias y conventos
desaparecidos, por las desamortizaciones o por la rapiña y las
guerras. A la vez que casas, casonas, palacios y edificios singulares
derribados; por abandono -en caso de los pueblos- y por especulación
-en las ciudades-. Una documentación que apenas costaría mucho
recopilar; pues una gran mayoría se encuentra ya compilada en libros
y en trabajos acerca de esas edificaciones valiosas, desaparecidas en
nuestro territorio. Asimismo, en este centro de interpretación sobre
la pérdida de patrimonio, se podría informar acerca de lugares en
peligro; incluyendo la lista roja que Hispania Nostra va creando
anualmente (en la que -por tristeza- se halla el castillo de Mota).
Pudiendo convocarse allí también, exposiciones temporales y
conferencias acerca de edificaciones y pueblos en mal estado;
tratando sobre rehabilitación de zonas que lo necesiten. Pero
sobre todo, mostrando lo que significa perder aquellas casas y
monumentos, que eran la única esperanza para que la gente de ciudad
y de países lejanos, se acercasen hasta ese pueblo a visitarlo.
Concienciando a todos... . Porque cuando nuestros edificios
singulares desaparecen y las casas van cayendo; el lugar tiende a
convertirse en un despoblado -antes o después-. Y es que si tanto
nos preocupa el “cambio climático”; no vean ustedes la que se
nos viene encima con el “cambio cultural”... .
JUNTO
Y BAJO ESTAS LINEAS: Dos
fotografías del lugar donde se podría abrir un centro de
interpretación sobre “pérdida de patrimonio”. Se trata de una
antigua casona derruida -sita en la calle platerías-, a la que
llaman “casa de la Inquisición”. Tan solo conserva actualmente
su fachada (con escudos de “familiar del Santo Oficio”), tal como
podemos ver en la imagen -al lado-. Abajo,
la misma casona, que tan
solo mantiene en pie su frente. Este muro es ya lo último que queda
del edificio, aunque su interior podría albergar un “centro de
interpretación sobre la pérdida de patrimonio”; cuya construcción
quizás se lograría llevar a cabo con un simple tejado de
policarbonato y con paredes semejantes (como si se tratase de un
conservatorio, un vivero o de un cenador). En este habría de
exponerse un gran archivo sobre los edificios y pueblos que se han
perdido en los últimos ciento cincuenta años; junto algunas
construcciones de verdadero valor histórico, que ya no existen. Para
concienciar a los visitantes de que este mal es uno de los que más
afectan al medio rural y a la Nación. Empobreciendo a los pueblos y
llevándolos a la ruina económica (tras sufrir la ruina
arquitectónica); lo que en un futuro provocará una gran crisis
estatal. Con el fin de evitarlo, enseñemos a los jóvenes a
disfrutar de los pueblos, a veranear en ellos y hasta a restaurar la
arquitectura popular; solo así tendremos un futuro cultural como
nación (de lo contrario, el campo quedará abandonado).
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INDICE
DE LEYENDAS DE LA MOTA DEL MARQUÉS
-CAPÍTULO
I: EL CABALLERO DE SUABIA
PARA
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-CAPITULO
II: DON JUAN DE AUSTRIA EN MOTA Y SU VISIÓN DEL EMPERADOR.
PARA
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-Capítulo
III: San Francisco de Borja en el Castillo de Mota del Marqués
(Parte primera: LA LIBERACIÓN DE CESAR BORJA Y SU TUMBA SECRETA)
PARA
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-Capítulo
III: San Francisco de Borja en el Castillo de Mota del Marqués
(Parte segunda: LA ENFERMEDAD DEL SANTO Y SU CURACIÓN GRACIAS A UN
"CUERNO DE RINOCERONTE" HABIDO EN MOTA)
PARA
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-Capítulo
IV: FRAY CALDERO Y EL LICOR DE CAFÉ
PARA
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-Capítulo
V: EL ÚLTIMO VIAJE DE DON JUAN DE AUSTRIA (parte primera).
PARA
LLEGAR A ELLA PULSAR EL ENLACE:
-Capítulo
VI: EL ÚLTIMO VIAJE DE DON JUAN DE AUSTRIA (parte segunda).
PARA
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-Capítulo
VII: JUAN DE AUSTRIA Y EL HEREDERO AL TRONO DE FELIPE II
PARA
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-Capítulo
VIII. LA MUERTE DE DON JUAN DE AUSTRIA
PARA
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-Capítulo
IX: EL REGRESO DE DON JUAN DE AUSTRIA
PARA
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-Capítulo
X: CONJURA Y VENGANZA POR DON JUAN DE AUSTRIA (parte primera)
PARA
LLEGAR A ELLA PULSAR EL ENLACE:
-Capítulo
X: CONJURA Y VENGANZA POR DON JUAN DE AUSTRIA (parte segunda)
PARA
LLEGAR A ELLA PULSAR EL ENLACE:
-CAPÍTULO
X (parte tercera): CONJURA Y VENGANZA POR DON JUAN DE AUSTRIA
PARA
LLEGAR A ELLA PULSAR EL ENLACE:
-CAPÍTULO
X (parte cuarta): CONJURA Y VENGANZA POR DON JUAN DE AUSTRIA
PARA
LLEGAR A ELLA PULSAR EL ENLACE:
-CAPÍTULO
X (parte quinta): CONJURA Y VENGANZA POR DON JUAN DE AUSTRIA
PARA
LLEGAR A ELLA PULSAR EL ENLACE:
-Historia
del Marqués de Almeida (quien fuera Felipe de S. Roboredo y Almeida,
héroe en la Guerra de la Independencia)
PARA
LLEGAR A ELLA PULSAR EL ENLACE:
-ISABEL
CLARA EUGENIA Y LAS ÁGUEDAS, EN LA MOTA DE MARQUÉS.
PARA
LLEGAR A ELLA PULSAR EL ENLACE:
-La
leyenda del chorizo y del pimentón Jeromín.
PARA
LLEGAR A ELLA PULSAR EL ENLACE:
-Del
modo en que Nuestra Señora de Castellanos inspiró uno de los
palacios más bellos del islam.
PARA
LLEGAR A ELLA PULSAR EL ENLACE:
-LAS
SIETE DONCELLAS DE SANTIBÁÑEZ (de cómo ganaron la batalla de
Simancas, los caballeros de Mota del Marqués).
PARA
LLEGAR A ELLA PULSAR EL ENLACE:
-LA
FUNDACIÓN DE SANTIBAÑEZ DE MOTA (el origen de Mota del Marqués)
PARA
LLEGAR A ELLA PULSAR EL ENLACE:
-ESPAÑA
Y SU SIGNIFICADO (EL PODER DE LAS LEYENDAS Y LAS LEYENDAS DEL PODER)
PARA
LLEGAR A ELLA PULSAR EL ENLACE:
-EL
PERRERO, O “EL PEDRERO” DE MOTA DEL MARQUÉS
PARA
LLEGAR A ELLA PULSAR EL ENLACE:
-
HADA LÍA Y EL CABALLERO DE RODAS (SOBRE LA FUNDACIÓN DE MOTA Y DE
ADALIA).
PARA
LLEGAR A ELLA PULSAR EL ENLACE:
-
EL REY DON PEDRO Y SU LEYENDA EN JAPÓN
PARA
LLEGAR A ELLA PULSAR EL ENLACE:
-
DE LAS NOCHES DE SAMAÍN AL DÍA DE TODOS LOS SANTOS.
PARA
LLEGAR A ELLA PULSAR EL ENLACE:
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ADEMÁS:
Para
celebrar que este blog ha superado los treinta y nueve mil lectores
(más de 39.000 lecturas), aprovechamos incluir mi música para
quienes quieran escucharla.
En
primer lugar podremos oir PLÉYADES, sexto movimiento de los doce que
tiene mi ballet TARTESSOS, compuesto y terminado cuanto estaba en La
Mili en Sevilla, en 1982 (grabación en semidirecto en Japón 1991).
PULSAR SOBRE:
.
Tras
ello invito a mis lectores a oir, la primera parte de MAEBASHI (LUZ);
una de mis últimas obras. Suite de guitarra que también consta de
doce movimientos, compuesta entre 2010 y 2011, dedicada a la ciudad
en la que vivo (en Japón). En grabación semidirecta en Japón,
pueden escuchar las tres piezas de la primera parte: LUZ (Atardecer,
Amanecer y Luz de Maebashi).
PULSAR
SOBRE SUS ENLACES:
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